sábado, 29 de noviembre de 2008

“ La muchacha con el pendiente de perla “

Fijaros detenidamente: sobre un fondo neutral, oscuro, con tendencia al negro, la muchacha de perfil mira hacia el espectador. La boca está ligeramente abierta, un signo de que la persona habla al espectador, superando así el límite del cuadro. La cabeza está ligeramente inclinada, despertando la sensación de que la muchacha está perdida en pensamientos soñadores; y, sin embargo, fija la mirada atenta en el espectador. Viste una chaqueta marrón amarillenta contra la que destaca el luminoso blanco del cuello de la blusa. El siguiente contraste lo tenemos en el turbante azul, de cuyo extremo cae, a modo de velo, un paño amarillo limón sobre los hombros. El tocado de la muchacha resulta exótico. Los turbantes en Europa ejercían una gran fascinación ya en el siglo XV.

En el cuadro de Vermeer destaca especialmente la gran perla en forma de gota que cuelga de la oreja de la muchacha. Según el místico Francisco de Sales: “Pienso que esta joya significa en sentido espiritual que la oreja es la primera parte que un hombre quiere tener de su mujer y que la mujer debe conservar más fielmente”. Así pues, está bien claro que la perla constituye un símbolo de castidad y por tanto alude a la posibilidad de que el cuadro pudo haber sido pintado con motivo de la boda de esta joven.

A partir de este cuadro se ha realizado una pelicula y un libro

miércoles, 8 de octubre de 2008

Juan Sebastián del Cano


Juan Sebastián del Cano fue un marino vasco al servicio de la Corona de Castilla que participó en la primera vuelta al mundo quedando al frente de la expedición tras la muerte de Fernando de Magallanes.

Ésta había comenzado en Sevilla el 10 de agosto de 1519 con cinco embarcaciones, dirigidas por Magallanes. El 20 de septiembre habían partido de Cádiz, con la intención de encontrar el paso marítimo hacia los territorios de las Indias Orientales, y buscar el camino que llegase a las islas de la especias, lo que era la llamada ruta hacia el oeste, que ya había buscado Cristóbal Colón.

Tras la muerte de Magallanes en Filipinas, durante una batalla con los indígenas, Elcano se puso al mando. Tenía el problema de volver a España con lo que quedaba de la expedición, sin conocer el camino de vuelta por el Pacífico, y parecía una locura intentarlo, por lo que eligió navegar por los mares portugueses hacia el oeste, bordeando África por rutas conocidas y con posibilidades de hacer aguadas. Consiguió llevar a término la expedición, llegando a Cádiz el 6 de septiembre de 1522, junto con otros 17 supervivientes. Esto constituyó el logro de una imponente hazaña: la primera vuelta al mundo.

El rey Carlos I de España le concedió, como escudo, una esfera del mundo con la leyenda en latín: Primus circumdedisti me ("Fuiste el primero que me dio la vuelta").

Murió el 4 de agosto de 1526.